Un grupo de economistas franceses y alemanes ha instado a la Unión Europea (UE) a reconocer qué industrias merece la pena proteger frente a la competencia china y cuáles deben abandonarse, como el sector de los paneles solares, donde consideran que Europa ya perdió la batalla.
Estas recomendaciones fueron presentadas en cinco memorandos al Consejo de Ministros Franco-Alemán, a petición de ambos gobiernos. Los documentos abarcan comercio con China, defensa, energía, crecimiento económico y mercado laboral.
Los expertos sugieren que Europa concentre sus esfuerzos en sectores sensibles y estratégicos —como la defensa, el espacio y la robótica—, mientras permite que industrias maduras queden abiertas a las importaciones chinas de bajo costo. Además, ven con buenos ojos la inversión china en tecnologías críticas (por ejemplo, baterías), siempre que esté vinculada al intercambio tecnológico con Europa.
El economista francés Jean Pisani-Ferry, coautor de los informes, puso como ejemplo claro la energía solar:
“La industria china está muy por delante y ya no existe una industria de paneles solares en Europa… es una batalla perdida. No genera dependencia como el gas, porque los paneles, una vez instalados, permanecen”.
En sectores donde la UE aún desea competir, Pisani-Ferry plantea un enfoque estricto de mercado a cambio de tecnología, incentivando la inversión china solo si conlleva transferencia de conocimiento. Sin embargo, hasta ahora países como Francia han ofrecido créditos fiscales de hasta 200 millones de euros a fabricantes de baterías (incluyendo a empresas chinas) sin exigir compartir know-how.
Un ejemplo es la visita del presidente Emmanuel Macron a la fábrica de baterías de la empresa china Envision en el norte de Francia, presentada como un caso emblemático de su agenda de reindustrialización.
Finalmente, París y Berlín se comprometieron a fortalecer la competitividad de la industria europea de baterías y avanzar hacia un esquema de preferencia a nivel de la UE en áreas industriales estratégicas, incluyendo la contratación pública.
El diagnóstico refleja un realismo estratégico: Europa reconoce que en ciertos sectores (como la solar) es prácticamente imposible recuperar terreno frente a China, pero busca proteger aquellos considerados vitales para su autonomía y seguridad.
La clave está en el intercambio tecnológico: aceptar la inversión china solo si Europa obtiene acceso al conocimiento. El reto es que, hasta ahora, las políticas nacionales han priorizado la atracción de capital e industria sin condicionar la transferencia tecnológica, lo que podría perpetuar la dependencia.
Esto plantea la pregunta: ¿puede Europa realmente negociar de tú a tú con China en sectores clave, o está condenada a aceptar un rol secundario en la transición tecnológica global?
Fuente: https://www.scmp.com/economy/china-economy/article/3324019/facing-chinas-solar-power-industry-eu-advised-concede-defeat