El gobernador de Utah, Spencer Cox, culpa directamente a las redes sociales por fomentar la violencia política en Estados Unidos, tras el tiroteo fatal contra el activista conservador Charlie Kirk en un campus universitario. Cox afirma que el sospechoso, Tyler Robinson, fue radicalizado en línea, y describe a los algoritmos de las redes sociales como «malvados».
La conexión con el tiroteo de Charlie Kirk
Cox, quien es republicano, ha declarado que las redes sociales han jugado un papel «directo» en cada asesinato e intento de asesinato político en los últimos cinco o seis años. En una entrevista con NBC News, el gobernador afirmó que el sospechoso del tiroteo, Tyler Robinson, era un «joven muy normal» que había sido radicalizado por «ideología de izquierda» a través de contenido en línea.
El gobernador añadió que se esperan más detalles cuando se presenten los cargos contra Robinson. Estas declaraciones han sido respaldadas por el senador de Utah, John Curtis, quien también es republicano y ha criticado la falta de responsabilidad de las plataformas por el contenido que se publica.

Reacciones polarizadas y contexto político
El asesinato de Kirk, un aliado cercano a Donald Trump, ha sido condenado por ambos partidos. Sin embargo, también ha provocado llamados a la retribución de algunas figuras conservadoras influyentes. Elon Musk, por ejemplo, culpó a «la izquierda» de «celebrar el asesinato», mientras que el subdirector de Gabinete de la Casa Blanca, Stephen Miller, prometió tomar medidas enérgicas contra organizaciones de izquierda que, según él, fomentan la violencia. El senador Lindsey Graham también señaló que muchos republicanos ven el asesinato como un ataque a un movimiento político.3
Estas críticas a las redes sociales por parte de los republicanos llegan en un momento en que la administración de Trump ha cuestionado la regulación de la Unión Europea conocida como la Ley de Servicios Digitales (DSA).4 Los republicanos han calificado la DSA, que exige a las empresas tecnológicas una mayor responsabilidad en la moderación del discurso de odio y la desinformación, como un ataque a la libertad de expresión.
Fuente: https://www.ft.com/content/00d8762f-518d-419b-8230-3aa6bb9e5be7?emailId=4c9df316-73d6-4660-a3c5-bd3997a44a38&segmentId=60a126e8-df3c-b524-c979-f90bde8a67cd








