La autoridad monetaria interviene en el mercado de divisas por tercera vez esta semana, vendiendo $678 millones el viernes.
El banco central de Argentina ha vendido más de $1 mil millones en tres días para apuntalar el peso, ya que una crisis política que envuelve al presidente Javier Milei ha puesto nerviosos a los mercados y ha sembrado dudas sobre el futuro de sus políticas de tipo de cambio.
La autoridad monetaria vendió $678 millones de sus reservas de divisas para defender el peso el viernes, según muestran las cifras oficiales, además de $379 millones el jueves y $53 millones el miércoles después de que la moneda tocara el fondo de su banda de tipo de cambio.
El ministro de Economía de Milei, Luis Caputo, dijo a los medios locales el jueves que las autoridades «venderían hasta el último dólar» para mantener el peso dentro de su banda.
Pero la aceleración de las ventas de dólares ha generado dudas entre los inversores de que Milei pueda mantener el esquema de banda en su lugar.
«Esta dinámica no es sostenible», dijo Gabriel Caamaño, economista de la consultora financiera Outlier. «No tanto porque se queden sin dólares, sino porque con tantos pesos que se retiran de la circulación para ser convertidos a dólares, el impacto en la actividad económica será muy fuerte».
El peso se ha desplomado un 9% en las últimas dos semanas, después de que el partido libertario de Milei sufriera una sorpresiva derrota abrumadora en las elecciones locales en la provincia de Buenos Aires, que el presidente había enmarcado como un referéndum sobre su liderazgo.
El resultado ha sacudido la fe de los inversores en la capacidad de Milei para mantener el apoyo a su agenda de libre mercado. La volatilidad del peso, común en Argentina antes de las elecciones, ha aumentado antes de las cruciales elecciones de mitad de período nacionales del 26 de octubre.
Milei acusó el viernes a la oposición de intentar desestabilizar a su gobierno al causar un «pánico político que se está acelerando en el mercado».
Milei ha tenido dificultades para defender su programa de austeridad insignia en las últimas semanas, ya que el congreso, dominado por la oposición, aprobó una serie de aumentos de gastos. Mientras tanto, un escándalo de corrupción que involucra a la hermana y jefa de gabinete del presidente, Karina, ha arrastrado a la baja sus índices de aprobación.
Los precios de los bonos soberanos de Argentina, que se habían recuperado drásticamente durante el primer año de Milei en el cargo, han caído a medida que las ventas de reservas y la incertidumbre política avivan las preocupaciones sobre la capacidad del gobierno para pagar sus deudas.
Los rendimientos de la deuda argentina en dólares, que se mueven inversamente a los precios, se han disparado 5.5 puntos porcentuales en las últimas dos semanas, alcanzando el 14.5% por encima de los bonos del Tesoro de EE. UU. comparables.
Los analistas dijeron que el gobierno necesitaría calmar a los mercados demostrando fuerza política o encontrando nuevas fuentes de dólares para detener la corrida sobre el peso.
«De lo contrario, se verían obligados a adelantar un cambio en su régimen de tipo de cambio, lo que sería muy perjudicial para su credibilidad y potencialmente para su desempeño electoral», dijo Caamaño.
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