Los países buscan fortalecer sus lazos con el bloque comercial sudamericano en medio de las tensiones entre Estados Unidos y China.
SAO PAULO — Grupos empresariales de Japón y Brasil han acordado apoyar las negociaciones para un acuerdo de asociación económica entre Japón y el bloque comercial sudamericano Mercosur.
El Consejo Empresarial Brasil-Japón se reunió en Sao Paulo, la ciudad más grande de Brasil, el martes y miércoles. Allí, la Federación de Negocios de Japón (Keidanren), la Confederación Nacional de la Industria de Brasil (CNI) y la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP) se comprometieron a cooperar para lograr un EPA (Acuerdo de Asociación Económica) con el Mercosur.
El Mercado Común del Sur, o Mercosur, es una zona económica que abarca una población de alrededor de 300 millones de personas. Sus cinco miembros de pleno derecho son Brasil, Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay.
En el encuentro participaron unos 200 empresarios de ambos países, incluido Tatsuo Yasunaga, quien preside el Comité Económico Japón-Brasil de la Keidanren y también la casa comercial Mitsui & Co.
«Con la creciente incertidumbre en el mundo, Japón y Brasil necesitan fortalecer estratégicamente la cooperación como socios con la vista puesta en el futuro», dijo Yasunaga. Enfatizó que un EPA serviría como base para tal colaboración.
Con Estados Unidos y China en mente, Yasunaga dijo que el EPA ayudaría a «crear mercados que no dependan demasiado de las dos potencias globales opuestas, y a diversificar las cadenas de suministro». Yasunaga agregó que está seguro de que tal acuerdo «ayudaría a mantener y fortalecer un orden económico internacional libre y abierto, basado en reglas en lugar de en el poder».
Yasunaga se comprometió a aumentar la presión sobre el gobierno japonés para que avance hacia un EPA con el Mercosur después de regresar a Japón.
La declaración conjunta adoptada en la reunión incluyó objetivos para una relación más fuerte, como fortalecer las cadenas de suministro y asegurar un entorno empresarial abierto y estable, así como promover esfuerzos hacia la descarbonización. Esto incluye la cooperación no solo en América del Sur, sino también en la transición energética y el desarrollo de la agricultura sostenible y los biocombustibles en la región del Indo-Pacífico.
Una estrategia de diversificación que contrasta con la de México
Mientras el mundo busca reconfigurar sus alianzas comerciales en un momento de tensión, queda claro que cada país está siguiendo su propia estrategia.
Países de todo el mundo están trabajando para reforzar sus relaciones con el Mercosur a medida que los aranceles del presidente de EE. UU., Donald Trump, entran en vigor. La Unión Europea ha comenzado el proceso para ratificar un TLC con el Mercosur y la Asociación Europea de Libre Comercio, que incluye a Noruega, ya ha acordado un TLC con el bloque sudamericano.
En este contexto, Brasil sigue su propio camino, buscando diversificarse y desvincularse de Estados Unidos. Curiosamente, al igual que China, ambos miembros de los BRICS, estas economías dependen de apenas un 12% del comercio con EE. UU.
Esta estrategia contrasta fuertemente con la de México, cuya economía depende en un 70% de Estados Unidos. La situación pone de manifiesto cómo las tensiones geopolíticas están obligando a las naciones a elegir entre el camino de la interdependencia económica con potencias establecidas o el de la diversificación y la búsqueda de nuevas alianzas estratégicas.
Fuente: https://asia.nikkei.com/politics/international-relations/japan-brazil-business-groups-push-for-mercosur-economic-pact?utm_campaign=GL_JP_update&utm_source=NA_newsletter&utm_medium=email&utm_content=article_link&del_type=4&pub_date=202509110700000900&seq_num=16&si=13636