NASA Despliega la Antena Satelital Más Grande para Monitorear el Cambio Climático

Un satélite con forma de florHa florecido en el espacio exterior, desplegándose para revelar el reflector de antena de radar más grande jamás puesto en órbita. El Radar de Apertura Sintética NASA-ISRO (NISAR), un proyecto conjunto entre la agencia espacial estadounidense y la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO), se lanzó el 30 de julio desde el Centro Espacial Satish Dhawan, en el sureste de la India, antes de desplegarse completamente 17 días después.

La nave espacial ya está lista para realizar observaciones a gran escala de la Tierra y utilizará un radar para rastrear los cambios en la superficie de nuestro planeta con una resolución sin precedentes. Puede registrar el movimiento de las capas de hielo y los glaciares, la deformación de la corteza causada por terremotos y deslizamientos de tierra, y los cambios en los ecosistemas forestales y de humedales, con una precisión de unos pocos centímetros para ciertos tipos de terreno. El objetivo es que los datos de NISAR contribuyan a la toma de decisiones en una amplia gama de ámbitos, como la respuesta ante desastres, la infraestructura, las políticas agrícolas y la seguridad alimentaria.

«El exitoso despliegue del reflector de NISAR marca un hito significativo en las capacidades del satélite», dijo Karen St. Germain, directora de la División de Ciencias de la Tierra en la Sede de la NASA, en un comunicado .

Un satélite con dos ojos

El reflector de antena de NISAR —el dispositivo que utiliza para transmitir y recibir señales de radar— mide 11,8 metros de diámetro, lo que lo convierte en el dispositivo de este tipo más grande jamás puesto en órbita por la NASA. Fabricado con malla metálica bañada en oro, el reflector se fijó al satélite como un paraguas plegado. Durante los cuatro días posteriores al lanzamiento, el satélite extendió lentamente su mástil, antes de que el marco de la antena, que se había mantenido bajo tensión, se soltara el 15 de agosto, permitiendo que el reflector se expandiera hasta alcanzar su tamaño máximo .

NISAR es el primer satélite que incorpora dos tipos de radar de apertura sintética: banda L y banda S. El primero penetra el dosel forestal y las nubes para detectar la deformación de la corteza y el movimiento de la capa de hielo. La banda S es sensible a la humedad de la capa de nieve y a los cambios en la vegetación. Al combinar ambos, es posible registrar un registro multicapa de diversos fenómenos, desde terremotos y actividad volcánica hasta la deforestación. El reflector gigante actúa como el «ojo» esencial para ambos sistemas, enfocando la señal transmitida por el radar cuando se envía a la Tierra y recibiendo y enfocando estas señales cuando rebotan hacia el satélite.

“El radar de apertura sintética, en principio, funciona como el lente de una cámara, que enfoca la luz para generar una imagen nítida. El tamaño del lente, llamado apertura, determina la nitidez de la imagen”, declaró Paul Rosen, científico del proyecto NISAR en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL).  Mediante técnicas interferométricas especiales que comparan imágenes a lo largo del tiempo, NISAR permite a investigadores y usuarios de datos crear películas en 3D de los cambios que ocurren en la superficie terrestre”.

Tecnología que lleva décadas gestándose

El Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA ha estado desarrollando radares para su uso en satélites desde la década de 1970, lanzando el primer satélite de observación oceánica del mundo, Seasat, en 1978, y revelando la topografía de la superficie cubierta de nubes de Venus con la sonda planetaria Magellan en la década de 1990.

NISAR, la culminación del conocimiento adquirido a lo largo de décadas, es un producto de tecnología estadounidense e india: la NASA proporcionó el SAR de banda L y el equipo de comunicación de datos, mientras que la ISRO de India se encargó del SAR de banda S y del bus satelital (la infraestructura que gestiona la energía, las comunicaciones y la orientación del satélite). La estación terrestre de la ISRO fue responsable del lanzamiento y las operaciones iniciales, y expertos de ambos países colaboraron para supervisar las operaciones de despliegue.

Se espera que las observaciones a gran escala comiencen a finales de 2025 y prometen ofrecer algo sin precedentes: hasta ahora, ningún satélite ha podido rastrear cambios ambientales, como el retroceso de los glaciares y la deforestación, con una resolución de tan solo unos centímetros. La enorme cantidad de datos recopilados por NISAR no solo contribuirá a profundizar el conocimiento científico, sino que también sentará las bases para abordar los desafíos que enfrenta la sociedad. Se ha abierto una nueva perspectiva para observar la Tierra.

Fuente: https://www.wired.com/story/the-largest-satellite-antenna-ever-has-just-unfurled-in-space/?utm_source=nl&utm_brand=wired&utm_mailing=WIR_Daily_082825_PAID&utm_campaign=aud-dev&utm_medium=email&utm_content=WIR_Daily_082825_PAID&bxid=5bea086e3f92a40469433cf2&cndid=37474370&hasha=7c6233cf15cacbbd3868b8817e1d1fca&hashc=a680bcf4231b6c507a0e3f8dce879832b1a485583455eb8d90e78b4421071f2a&esrc=OIDC_SELECT_ACCOUNT_PAGE&utm_term=WIR_DAILY_PAID

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